T679 DECLARACIÓN

Un canto marrón y siestas,
un hueso de la tierra que lleve mi nombre, ásperas piedras que otros olviden,
un destino ni tan grueso ni tan delgado que pueda seguir y llegar,
un horizonte un poco más cerca,
uno que esté todos los días
 
y se me arrime
y me haga creer que existe
y que tenga pájaros sobre su lomo de plata, que lo estén sobrevolando
y que me sobrevuelen
y que me vean
y que me miren
y que los vea
y me vea
y que como ellos también sienta que existo.
 
Que las cavernas se declaren en huelga,
que los abismos anuncien el luto,
que las sombras cierren persianas,
que las tinieblas caduquen el permiso de importar,
que la muerte proclame la quiebra,
que a mi huesa la pongan en alquiler,
que vuelva a mi pluma la sangre negra,
que las venas se me hinchen de naranjos,
que llueva sobre mi rostro y lave el rastro de la sal.
 
Un aluvión de estrellas despierte mi firmamento,
una manada de lobos anuncien la despedida,
un suspiro, tabaco,
un vaso de vino tinto,
una mesa,
un bar donde confesar la noche de rodillas,
un amor que no me espere,
un mar donde ahogar los fantasmas y el pasado, ¡quiero!
 
Quiero proclamarme en rebelión.
Declaro la guerra solemnemente:
                                                                 al hastío, a la desolación, a la tristeza, al dolor, al olvido y al andar burlado por la vida, el andar sin sentido.