XX598 OTRA MAÑANA
es hoy otra mañana cualquiera
acá, en esta ciudad bendecida por el río
(agua, no creo le vaya a faltar)
esta ciudad donde el prócer inmortalizó los cielos en una bandera
la nuestra, la argentina
es otra mañana cualesquiera
con sus ruidosos motores
su sol, ya, rajante queriéndote quemar hasta las ideas
sin pájaros, con sus árboles aburridos
que aún yacen, sólo por que dan sombra a las veredas
con su gente muy apurada, es febrero
unos vuelven, otros se van de vacaciones
y la ciudad parece, a veces, un gran hormiguero
con su s rotaciones de ejércitos con mucha prisa
es hoy otra cualesquiera
donde me he levantado temprano, con las primera lágrimas del alba
con mi memoria de montes en las pupilas
una nostalgia verde llena del bullicio de zorzales, calandrias, loras
donde poco a poco se diluye
y ando como una vela con su llama extinguida
con el humo zigzagueante de una tenue tristeza
tropezando con los avatares de esta ciudad
donde se transcurre mañana tras mañana como debe ser, como debe ser…
es otra mañana, hoy, acá
donde comprendo que no pertenezco
que extraño mi cueva, la manada, el olor de los corrales
las correrías de los cachorros, la silenciosa compañía, a veces, de los búhos
que extraño el monte, mis pinceles
y esa soledad profunda donde el alma se entrega al universo
donde se mixtura con la fronda, las piedras, el río, en un extenso diálogo
es hoy otra mañana cualquiera en esta ciudad orillera
donde la resistencia se ha encendido
donde claramente me doy cuenta: que los lobos se asfixian en las urbes
y que al mío, paulatinamente, le cuesta más y más respirar…
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