XX827 DÍA DE DÍA, POR LA NOCHE (de los amores agachados II)
y así apretando el puño gritas…
gritas por la impotencia, por la soledad frente a un mundo que te juzga
un mundo que sin saber quién sos ni quienes son
con tan pocos datos del imaginario basta y sobra
y por prejuicio condenan… los condenan
tan poco y ni suponen de la pureza y honestidad de amores agachados
que se irguieron con la inocencia de los enamorados, que se atrevieron
y un mundo perverso y cruel les cae encima
indiferente, codicioso de ejemplificar sin mirar ni mirarse
mirarse hasta donde se miente y envidia
y el domingo, iglesia adentro, el mundo ejemplificador
se confesará en plena falacia
y en arbitraria gracia de dios en una pira sacerdotal
los quemarán vivos a esos amantes atrevidos
y ese mismo domingo, ese mismo mundo en ese mismo templo
bajo la misma arbitraria gracia de dios se sentirá más bueno
casi santo por tan magnánima acción
la de quemarlos vivos y evangelizar las almas descarriadas
mientras por el rabillo del ojo les miran las tetas, los de ese mundo, digo
a su vecina de banco, ubres que la vecina evangelizadora del mismo mundo
bien ha expuesto sobre el mostrador de su escote, casi en venta u oferta
y así apretando el puño gritas: hipócritas…
y juntos se queman tomados de la mano
como dos seres únicos que tomaron el amor con amor, en serio
amen
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