T 830 Crónica de la soledad (descubrimiento)
después de la puerta, la escalera, el portón, la vereda y la calle después de ese mundo poblado de infinitos, la mar cargada de barcazas, quizás amarillas, quizás rojas, azules y sus muelles llenos de marinos barbados, fumando pipa, tomando ron y los tugurios repletos de historias y misterios después ovillar los pasos, el camino, con el bagaje pesado de aventuras; cruzar la calle –hola don Juan, doña María -, atravesar la vereda, el portón, subir la escalera, abrir la puerta ansioso del abrazo y la bienvenida ... pero sólo te golpeas con un silencio de ausencia, el olor de los vacíos y un frío húmedo que te quiebra la piel después, la puerta escalera portón vereda y ya en la calle alguien te dice: - murieron años atrás- después, bastante después, ves ese mundo poblado de infinitos con ojos desorientados, y descubres la soledad
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