crónicas
T839 Posible crónica de un después
"Las olas arreciaban contra la barcaza, parecía que las aguas estaban ensañadas, un faro los miraba desde lejos y las gaviotas se escondían temerosas
(... -mamá dice que debo portarme bien y hacerle caso a la seño, porque así voy a ser como Carlitos; Carlitos, el gordinflón de quinto grado, el que es abanderado. –mamá dice, que si soy abanderado voy a ser más bueno; pero si no quiero ser ni abanderado ni más bueno; quiero ser bombero. –si, si, andar en esos carrotes enormes que hacen mucho ruido con la sirena, esos que te hacen sentir importante, porque al pasar, todos se hacen a un lado. –vas a ver, cuando pase con el camionón, a la Martita de quinto grado, la dejo así: con la bocota abierta... y no la voy a llevar, pero a vos si, porque vos me prestas siempre el lápiz, la goma y me das alfajor en la merienda...
...después, -la Marce dice que todos los del grado somos unos bolu, ¿de qué se la da, porque venga con el celu al cole se agranda?, yo uso aros ¿y qué? -Esta tarde no pienso chatear con ella, lo voy hacer con la Marty, así muerde el freno, vas a ver. -No mi papá no vino esta semana a vernos, la ma dice que tiene mucho trabajo, pero se que es por la otra, la del quiosco de allá...
...después, -creo que me enamoré de la profe de ingles, ya lo se, pero no es tan vieja, yo le escuche que tiene como veinticinco, no me lleva tanto, apenas doce años; -¿Acaso no viste como me mira?-Cuando estoy cerca me tiembla todo, no puedo, no puedo, me agito, me agarra un calor enorme y algo me pasa en el cuerpo, que se yo, es raro. -No, no le dije, a ver si todavía se lo dice a mi vieja, pero me muero por ella...
...después, -me quedaron dos, pero pasé a cuarto año. -En este me pongo las pilas a full y ni una me llevo, vas a ver...
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..después, -rendí bien el cursillo de psicología, creo que me gusta mucho, es casi lo mío...
...después, -van a ser dos años que estamos de novio, hago la tesis, me recibo y nos casamos...
...después, -pensar que de chico quería ser bombero. -Cuatro hijos, profe adjunto de la facultad, consultorio, economía estable, aspiro a ser director de cátedra. -¿qué me deparará el destino?..
..después, -esta chinita que me hizo abuelo. -Apenas llego a los cincuenta y ya soy abuelo, ¡qué lo parió! -Abuelo separado. -¿Que pensará la flaca de esto que nos pasa, abuelos separados?, ¿cómo lo podremos ser?..
...después, -morirse así, flaca atorrante, sin decir nada. -No le pude decir que a pesar de todo la amaba. -Pero creo que lo sabía, porque hace poco, en el cumpleaños de quince de la mayor de las nietas, entró con migo del brazo, como los viejos tiempos, como cuando nos casamos...
..después, -jubilado, solo. -¿Ahora qué?..)
Y la mar embravecida, en segundos tragó una vida completa, sin ninguna contemplación, como minúsculo tributo a un destino cruel y prefijado."
NOTICIAS:
¡Naufragio cerca del faro Punta Muerta!:
Nada se pudo hacer por el menor de la familia Peralta, quienes habían naufragado frente a la costa del faro, desapareció en el mar. La búsqueda sigue a pesar del mal tiempo.
T 833 Crónica de una carta que no se pudo escribir
(... OH ! si esta lluvia cesara, podría quitarme la tristeza de extrañarte, así, mucho, como te extraño y salir de este lodo melancólico y caminar hasta el quiosco para comprar el diario. -¿sabes?, busco trabajo-...
... Si esta lluvia cesara, con ese diario bajo el brazo podría ir caminando a los lugares donde ofrecen los trabajos -¿te acuerdas que auto no tengo y que la miseria de mis bolsillos es infinitamente grande, no?- y quizás, conseguir alguno, que quizás también podría llegar a hacer y con el dinero de la paga, que no creo que pudiese ser demasiado pero alcanzaría, mandarte una carta para pedirte perdón. Claro si la lluvia cesara y la tristeza desapareciera, si no pensara en vos, digo. Pero llueve y llueve, y más llueve dentro de mí...)
En un cuarto de luz extenuada, donde apenas había recuerdos de algún revoque sobre sus paredes, y estas, eran presas fáciles de las humedades y donde, también, el frío filoso y contundente inundaba desde el techo hasta los pisos. Entre los sonidos persistentes de una lluvia inacabable, frente a la mesa, la ventana, lo vio tomar la pistola y dispararse un tiro sólo una vez.
Las ratas lo encontraron primero y en los diarios no salió.
T 829 Crónica de un suicidio anunciado
“desperté con la muerte atrapada entre las manos,
quizás el tiempo se ancló a mitad de mañana,
antes que la sombra desapareciera bajo los pies”
el aire fresco me vio cruzar la galería, pasar frente a vos y bajar por la anchura de escalinata de rústica roca, pero los pájaros estaban callados, menos los míos, los del alma, que lloraban a los alaridos.
no escuchaste nada, o si, no se, iba apenas con unas medias grises, casi descalzo, negras mis botas las apretaba contra mi pecho en un abrazo desesperado; tomé la vereda de las margaritas y apuré el paso.
te escuche gritar: -¿¡adonde vas!?- desde el balcón, arriba, en la galería me lo decías, desde donde me veías partir, -allá -murmuré entre dientes apretados y las pupilas fijas hacia adelante por el sendero que se descuelga hacia el río, mientras el corazón latía agitado,me di cuenta que no entendía la razón de mi existencia.
atormentado estaba, ni más ni menos de cómo había vivido, el monstruo y yo caminábamos por última vez de la mano, sobre los mismos pies, hacia la misma garganta oscura, él tampoco se resistía. me detuve en el lugar donde terminaría la historia, no estabas y nunca llegarías, eso si que deseaba con el alma,
¡realmente deseaba que llegases!
luego un árbol, la rama, el alambre, mi cuello, el cimbrón, mecerse pendularmente.
y entrar por fin en la nada, con la última imagen bondadosa:de verdes y pájaros y aire fresco y el sol colándose entre las copas de los freznos, acacias, cipreses y moras, y abajo el río, el último testigo, silencioso testigo,llevándose para siempre mi pesadilla.
vos no estabas
T 830 Crónica de la soledad (descubrimiento)
T831 Posible crónica de un viaje
un salto largo poblado de sueños estás por dar,
subirte a la calle de la despedida e ir hacia el norte,
allá a la derecha de donde nace un sol de colores insospechados,
donde te espera el hechizo (ese que una noche en la vigilia del infierno creaste para escapar)
no habrá dioses que guarden aquel secreto ni ángeles guardianes que protejan a tu niña, sólo pájaros asustados que te servirán de guía, un búho de alas anchas y blancas será tu estrella y un abismo entre vos y tus recuerdos serán tus pies ligeros, esa urgencia de agua fresca imposible de detener tus ojos negros, tu pelo negro, y tu cara firme sin lágrimas ni culpas, apoyadas contra el viento que sopla desde el infinito, crujen (será el dolor que cimbra en las entrañas, lo que no puedes comprender con tus pupilas heridas que no cesan de sangrar) habrá en cada costado una lanza hurgando entre tus costillas y en el centro del pecho el puñal de la despedida no ha de haber más lugar en tu bagaje, ya repleto de nada y posiblemente alguna utopía por nacer quizás sea la vida amiga mía, la vida que bosteza de aburrida una vez más contarte de mi querría, pero habría tan poco que agregar, quedaré aquí, casi abandonado como quedan los perros cuando los amos se mudan y allá no hay lugar, husmeando, venteando, norteando, esperando como se debe esperar, como cualquier amigo o fiel animal