XX321 SOFOCADO
“este decir que tengo atravesado…”
sacanueces
se ahogaba
metió la mano en su boca
y sacó un zapato taco alto
y una cartera
hurgó porque se ahogaba
-el aire no entra- se decía
y siguió hurgando
y sacó una pollera y un can can
y un corpiño colorado
y un lápiz de rouge
se moría, cuenta se daba
aparte se sentía sofocado
y metió la mano hasta el fondo de su garganta
y sacó una tanga y rimel y un espejo
un monedero, o. b.
sacó un celular que justo se cortaba
ya morado, al borde del desmayo
hundió más la mano tanteando
y alcanzó a agarrar algo parecido a un pezón…
¡y tiró!
y ahí se arrancó la mujer que lo mataba
era hermosa, estaba desnuda
le sonrió
-¿qué haces ahí?- preguntó él intrigado
ella, agarrándose el pecho que le dolía
y con la otra mano tratando de tapar su desnudez,
mirando hacia abajo, con vergüenza
dijo: -estaba escondida-
y sin levantar la vista que había clavado en el piso
con una voz muy suave agregó: -tenía miedo-
él, confuso, trataba de recordar cuando se le había metido
dedujo que había sido la noche anterior
cuando de tristeza y soledad se emborrachó en el bodegón del macario
al levantarle el rostro y mirarla a los ojos
sintió que se perdía en el azul del cielo
el cielo de sus ojos azules, digo
ella estaba toda despeinada
y sucia con vino y restos de una picada
olía bastante mal
sonriendo, superando el asco porque asco le daba
él, le tomó sus manos, como se las toma a la de un niño
con dulzura, con delicadeza
y sin romper el puente con que se unían sus ojos
suavemente le dijo: -vení, no tengas miedo-
fue con él como acompañando una estrella
las soledades se diluyeron desde entonces
1 comentario
María Rosa León -
¡Hermosa tu historia, Francisco!
Gracias por compartirla con nosotros.
Un gran abrazo
María Rosa León