T258 DESICIÓN
En el Chaco, donde la temperatura aplasta y destruye, donde la ignorancia y la rudeza se pelean por ser lo más, donde todo ha sido excedido, donde solo sobreviven los rústicos, los duros; dicen, que en el calor calcinante, con veloces pasos rompió la monotonía de la siesta.
Irrumpió en el rancho decidido, directo a la cuna fue. Machete en mano..., uno, dos, tres y de un certero tajo separó cuerpo y cabeza, tiñendo de rojo manta y almohada.
El niño no se dio cuenta, dormía en paz.
Con las lagrimas al borde de los ojos y una sonrisa casi dibujada, mientras lo miraba, lloró.
Entre tanto, sobre el piso frío yacía retorciéndose una víbora yarará decapitada.
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