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sacanueces

T692 CUANDO PUEDA

 

   Cuando pueda, con cinco pesos me corto el pelo, consiguiéndolos, claro.

Y también cuando pueda, si tengo otros pesos, la llevo al cine. Ahí nos sentamos con las manos llenas de golosinas y los pies colgando en la silla delantera. Cuando pueda, cuando pueda. Y además, después, la llevo y le compro esa muñeca rosa que tanto le gustaba y las sandalias y un pantalón. Y después directo al zoológico y a los autitos chocadores y a la montaña rusa, todo eso que alguna vez me contaron, y también le compraré un copo gigante de azúcar blanca y dos bolsas de maní y pipocas; cuando pueda, cuando pueda.

   Ahora caminemos, falta poco. La noche se nos viene encima y las estrellas nos verán ir descalzos sobre esta huella en la tierra desnuda y desahuciada , pero cuando pueda, ahí nomás, la llevo a la ciudad y comemos un helado grande, de esos con muchas bochas y nos damos unas vueltas en colectivo, hasta cansarnos y después, después subimos a esos edificios grandes, esos enormes y altos… muchas veces. Le va ha gustar, le va ha gustar.

   Y ahora la llevo upa mi niña, la fiebre abraza con fuerza a sus ojitos, falta poco, poco. La víbora no era tan grande, carajo no me afloje ahora.

   Se me está enfriando mi niña ¿qué pasa con sus ojitos que le han quedado fijos mirando las estrellas? ¡Pucha que me aflojó la niña!

   La dejo acá m’hija, entre las piedras, bajo esta lágrima de luna para que le cuide los sueñitos. Cuando pueda, cuando pueda, juro que vengo y la entierro como a un ángelito.

T487 MEDIA MUERTE, MÁS MEDIA MUERTE

T487 MEDIA MUERTE, MÁS MEDIA MUERTE

La mitad de la muerte estaba en su ojo, era un asesino perfecto franco tirador. La otra mitad en la punta de la bala; cerámica de alta resistencia y profunda penetración.

Tomó aire, lo contuvo. Apuntó lentamente. La víctima ignoraba…y disparó.

La muerte por fin se junta, se hizo una.

Al estallar el fusil, la bala le entró por el ojo.

T388 TODOS Y TODAS

T388 TODOS Y TODAS

 

En el monte debajo de un árbol de siesta,

Juan halló su muerte.

 

Todas y todos fueron al velorio

y bajo la sombra lo cubrieron de negro.

No iban a llorarlo, no lo conocían,

fueron por la comida.

 

Todos y todas;

moscardones y moscas.

T258 DESICIÓN

T258 DESICIÓN

 

   En el Chaco, donde la temperatura aplasta y destruye, donde la ignorancia y la rudeza se pelean por ser lo más, donde todo ha sido excedido, donde solo sobreviven los rústicos, los duros; dicen, que en el calor calcinante, con veloces pasos rompió la monotonía de la siesta.

   Irrumpió en el rancho decidido, directo a la cuna fue. Machete en mano..., uno, dos, tres y de un certero tajo separó  cuerpo y cabeza, tiñendo de rojo manta y almohada.

   El niño no se dio cuenta, dormía en paz.

   Con las lagrimas al borde de los ojos y una sonrisa casi dibujada, mientras lo miraba, lloró.

   Entre tanto, sobre el piso frío yacía retorciéndose una víbora yarará decapitada.

 

 

X108 COSAS DE CHICOS(cuento breve)

X108 COSAS DE CHICOS(cuento breve)

 

 

 

   la siesta hace esfuerzos para escapar del calor, la sequedad oprime, si algo de brisa corre, levanta polvo y hojas sucias con tierra muerta

   desolador el páramo, escasa la sombra del árbol seco, no muy lejos, en una tensa línea algo como vapor , enturbia, vibra verticalmente… es calor que sube del asfalto, de la ruta que parece arder; rara vez pasa alguien

   dos niñas apoyadas en el tronco muerto del árbol sueltan palabras; de tanto en tanto miran a la distancia entre palabra y palabra; frases lentas, lentas las respuestas también

   ahí el tiempo casi no pasa, siquiera a diez años llegan y ya ven el destino como un siempre igual –calor, más calor, más calor – y eso que ellas no saben nombrar pero la viven a pura fuerza de la misma vida, miseria, digo, pobreza y miseria

   sin quitar la vista de allá a lo lejos una pregunta: - ¿sos de acá? –

-sí –

 -no te había visto – la pausa se presenta ineludiblemente hasta prolongarse y perderse en un suspiro

 -tampoco yo – le responde y el silencio se sienta entre una y otra, el calor aprieta un poco más

 -¿donde estás? -

 -acá, no ves –

 -ah, bueno – le dice mirándola con cierto asombro; la siesta sigue siendo prisionera del sol, este la abofetea sin clemencia; luego de la pausa agobiante vuelve a preguntar: -¿tu papá te pega? – y un silencio duro se entremezcla

 -no – seco y escueto el no

 -a mi sí - y con urgencia muestra unas marcas en la cara y sigue diciendo: -mira, mira – y agrega: -ésta fue contra la pared-, señalándose la cicatriz que tiene en la ceja, -y esta contra la mesa –levantando la pera donde la luce

 -¿te portas mal?

 -no –contesta apurada, -es que a veces viene borracho y nos pega; por ahí mi mamá también lo hace –y acto seguido deja al desnudo la espalda donde largas marcas están profundamente impresas

 -¡uy! ¡eso debe doler! -

 -sí, pero ahora ya no siento nada –

 -¿siempre te pegan? –pregunta con marcada curiosidad

 -no, por ahí, no siempre –

 -¿y por qué te quedas? ¡andate! – le dice con cierta rabia o principio de furia

 -no se… qué se yo… ¿a dónde me voy a ir?... …los quiero – dice entrecortadamente y tomando aire, aire del más caliente, vuelve a preguntar con cierto tino de desconfianza: -¿y… seguro que no te pegan?

 -no –

 -¿no qué…? –

 -¿qué no me pegan! –replica con cierto fastidio, llevando nuevamente la mirada a lo muy lejos, más allá de lo que uno cree

 -¿ni tu mamá?-insiste como queriendo por fin descubrir una verdad, no puede ser que a un niño no se le pegue, pareciera pensar en la insistencia

 -no – y el silencio caluroso lo invade todo, tan duro que parece un golpe de piedra

 -¡qué buenos son! – lo dice con un hermoso brillo en los ojos

 -no, no son buenos – lo dice balbuceando, en una voz apenas perceptible

 -¿cómo que no?… ¡si no te pegan! – fastidiada le responde, casi reprochándoselo, justo en el momento en que un remolino les blanquea la cara con el polvo caliente de la tierra

 -no tengo – y una lágrima corta le cae lentamente dibujando sobre el polvo de la mejilla su contorno bien redondo hasta caer casi evaporada, quizás llena de envidia

 -ah – y rompiendo su sin palabras le pasa su brazo por encima de los hombros y quedan mirando sin ver, el páramo, el calor, la polvareda, la sequedad, y ese destino que aún no alcanzan a imaginar, con un tremendo silencio increbrantable

   todo sigue igual, pero más punzante, en esa siesta junto al árbol donde se esfuerza la vida

 

XX276 ¿ES ASÍ ESTO POETAS?

XX276 ¿ES ASÍ ESTO POETAS?

                                                                 a: león cesar vargas

                                                                     leonór mauvecin

                                                                     laura garcía del castaño

 

 

   creo

que voy por la espalda de la vida

como una mochila pesada

como piedras inútiles y amontonadas

haciendo peso, lastre ocioso

 

es como que la vida me lleva

y voy sobre ella

y no entiendo nada de nada

menos su sentido

 

   creo, poetas

que este grito que tantas veces he parido

sólo es el eco de un vacío enorme

el que está dentro y contengo

(un vacío que pesa)

grito y vacío donde caiga también

 

una absurda noche soy sobre el lomo de la vida

un carnaval de hombres de traje y corbata

una procesión de pájaros de yeso

la alfombra roja a la entrada del patíbulo

 

quizás, nada más,

un fatídico error

de algún dios excedido en copas

un desvarío de la naturaleza

 

   creo

que no me atraviesa ni la atravieso

que sólo soy peso agregado a la puta vida

ni estoy muerto ni vivo

sólo accidente que provoca estallidos

 

   ¿es así esto, poetas,

ser un cúmulo de tinta y palabras

manchando la cara limpia del cuaderno?

¿un inventarse y reinventarse día a día

 

nombrándome con el nombre que nombra la cosa

imaginando que existo

que siento, que me desangro

que grito?

 

   ¿es así esto poetas?

¿así, tan de más

tan ajeno a este mundo urbano

tan ajeno a eso que le llaman vida

 

donde soy un peso excedido

sobre su espalda

 o un estado de consciencia

que se equivocó de lugar y tiempo?

 

   ¿es así esto poetas?

¡entonces: diganme, diganme por qué vomito!

 

 

 

 

 

XX266 CHEQUE

XX266 CHEQUE

 

   con esa intensión de quitarle los clavos al cristo; de desviar la bomba de Hiroshima , de parar holocaustos, armenios, judíos; de parar el éxodo de los Quilmes , el de los jujeños.

   con esa intensión de parar el hambre, la pobreza, las plagas, las pestes; de aplacar los sunami, las crecidas de los ríos, maremotos, volcanes, aludes; que no haya desaparecidos en mi tierra y en ninguna,; que la equidad sea lo que prevalezca en el mundo y la paz y el amor sean las banderas de los hombres…

 

   con esas intensiones creí que conseguiría un edificio en las tierras del más allá; lugar de privilegio en la corte de los señores, a un dedo de aquél dios  que tanto veneramos. creí que tenía asegurado por lo menos un campo enorme en el reino de los cielos. creí que la intensión era un cheque al portador, ¡un pasaje directo al paraíso eterno!

 

   ¡más no!, al llegar, ni bien me atendieron, casi sin mirarme, me pusieron en la fila de los que devuelven a la tierra… y me dejaron bien en claro: que con ese cheque sólo me alcanzaría para ser político disfrazado…

   y acá estoy, esperando y rogando que no me toque con los del partido de turno, tienen muchísimos más cheques que yo… y un cajón de los mismos devueltos por falta de fondos…

XX271 DOMINGO “CARAJO” CONTRERAS

XX271 DOMINGO  “CARAJO” CONTRERAS

   maltrecho, casi llevado en andas, por oficiales de la penitenciaría, y un poco arrastrado también, Domingo “Carajo” Contreras, con más hoyos en el cuerpo que nadie, salía del despacho del director del ente gubernamental: “DEFENSA DEL CONSUMIDOR”, donde acababa de asentar su cuarta denuncia, por la muy mala calidad de muerte que el estado le había estado otorgando, muerte que nunca llegaba  a su entero fin… siempre con fallas por su pésima hechura.

   Domingo “Carajo” Contreras, de profesión malevo, rústico y de palabra, juró por lo que le restaba de vida, que si en la próxima muerte que el estado le fuera a dar, fallara, él… él, solamente él, vendría a pasar a degüello a todos los de esta maldita oficina que nunca hacía nada por defender sus derecho a una muerte segura y honesta.

   dicen que Domingo murió, en realidad, como en el octavo intento de fusilamiento, todos están convencidos que por su cansancio y no por la calidad del producto que le daban, es decir una buena muerte. murió vociferando contra la industria nacional y esa puta oficina que sólo engrosa la burocracia y no sirve para nada.

   el estado, en definitiva, se vio obligado a suspender la pena de muerte, aduciendo razones humanitarias, pero todos saben, y bien que lo saben, que era por la muy mala calidad de muerte que brindaba

XX273 MALDITA MUERTE (réquiem)

XX273 MALDITA MUERTE (réquiem)

 

   ahora que caprichosamente te has ido, llevada por esta puta muerte que no descansa ni olvida, que te arrebató así, sin decir nada, sin dar la cara, siniestra y a hurtadilla…

   ahora que todo lo que diga, no saciará esta angustia profunda que ahoga ni calmará esta impotencia desgarradora que destroza el alma ante lo imparable de lo ya sucedido…

   ahora, te lo diré lo mismo amiga mía; ahora, aunque tus huesos estén sordos y tus ojos en llanto introvertido… le lo diré, y a los ¡gritos! te lo diré, para que retumbe en tu huesa hasta que te tiemble el alma y tu corazón vuelva a palpitar como un temprano lirio, como una rosa roja recién nacida… ¡a los gritos!, como gritan las almas desesperadas cuando ven echar la última palada de tierra sobre la tumba del ser perdido… voy a gritar y gritar con el desenfreno de la locura que abarca los más íntimos sentidos, gritar: ¡que te amo! ¡que te amo, que te amé con las costillas expuestas, desde las entrañas, desde el laberinto de mis venas, donde en mi sangre, desde el origen, habitabas! ¡que te amo y amaré! aunque estés bajo tierra saciendo el hambre de famélicos gusanos,  diluyéndote entre los labios secos de la tierra; porque esta puta muerte que te arrancó de mi vida, no puede ni podrá quitarte de mis ojos, de mi carne; no podrá tocarte más aunque me queme vivo; porque aquellos silencios con que nos empapó el destino, tu alma y la mía se hicieron una, un mismo sonido, se hicieron grito y este interminable alarido; este, este que estoy soltando, este: te amo-te amé-te amaré…

   sé… claro que sé que algo de mí murió hoy con vos, pero me siento más enorme que nunca y es nuestro dolor el que me mansilla, aún queda mi cuerpo con dos almas enardecidas. seré más noble, más honesto, más vos… y mucha, pero mucha más pureza ya me inunda, todo eso que eras, que eres… ahora sé que más he saber, toda tu esencia, tu saber se ha impregnado en mi…

   pero aún así, aunque sepa que toda vos está dentro mío, no podré parar este llanto que me brota, porque me doy cuenta que ya no te podré abrazar ni caminar de la mano bajo las sombras de los árboles ni tirar piedritas al río ni despilfarrar diáfanas carcajadas mirando ese sur que nos parecía tan lejano; ese, el que habíamos dejado atrás, allá en las lejanías…

   todo estaba bien cuando tu cuerpo dormía en el sillón después de algunas copas de vino, y yo, entre poema y poema que escribía, silenciosamente en estado contemplativo te miraba; te veía tan serena, tan niña mal criada reposando después de alguna picardía, disfrutaba; también, con  inocencia de sorprendido niño…

   todo estaba bien, dije, ahora me doy cuenta, y más me doy cuenta, porque sé que sólo veré un sillón con sus almohadones despatarrados, la mesa, las sillas, la botella, los dos vasos… ¡todo, pero todo vacío! y se me retorcerán las entrañas al saber que ya no estarás más… quizás, ya, mis poemas, ¡mis putos poemas!, no tengan ningún sentido

   lloro, lloro y maldigo porque no entiendo la muerte, no la acepto y me resisto… me resisto a que tu cuerpo sea ausencia, un recuerdo lleno de vacío, aunque tu alma este conmigo…

   ¡la reputa madre que lo parió!

   ¡¡¡la reputa madre que le parió a esta maldita muerte!!! no acepto tu partida

   ¡qué lo escuche el mundo, que todos lo sepan!:

                                                                                      “-el universo se estremecerá, el duelo se ha de extender por lejanas praderas, los pájaros en el cielo formarán la cruz de despedida; llorarán bestias, árboles y plantíos; rugirán mares y ríos, montañas y volcanes cimbrarán y su tañir será un tremendo eco de tristeza, los vientos han de aullar desesperados a la luz de la luna juntos a los lobos y ella, la luna, no brillará, ya, sobre las espiga del trigo… por dolor; por el dolor profundo de lo perdido…

… ha muerto mi amiga”

 

  

XX269 ¿CÓMO LE EXPLICO?

XX269 ¿CÓMO LE EXPLICO?

   en tus manos había verdad

dulzura en los ojos

y en tu pecho

un corazón enorme que albergó al mundo

 

   ¡ahora, ahora me doy cuenta!

ahora que ya no estás

¿por qué?

 

   ¿es, acaso, la definitiva ausencia

lo que te hace dar cuenta?

¿para qué darse cuenta cuando ya es tarde?

 

   cincuenta años al alcance de mi mano

de los abrazos

de los: te quiero, que nunca te dije

de la falta que me hacia y no supe reconocer

¿y ahora me doy cuenta?

 

   hoy navegas en mis aguas más profundas

ahora si, siempre conmigo

dentro de mi, pero no estás y duele

la impotencia baja una nube de tristeza, nublándome

imposible de contar

 

   ¿y yo, cómo le explico a mi hija

que no le pase lo mismo?

XX264 ¿¡QUIÉN!?

XX264 ¿¡QUIÉN!?

    ¿quién se acordará de mí

cuando la alforja se cierre

cuando el agua deje el río

y sea sólo cauce, piedra y arena?

 

(gusanos almorzándome)

 

   ¿de cuántos ya me olvidé?

¿es al fin el olvido

la verdadera certeza de la muerte?

 

   ¿quién se estará acordando de mi

que me sostiene vivo?

¿¡quién, quién!?

XX253 TRISTEZA

XX253 TRISTEZA

 

                                                              “¿a quién confío mi tristeza”

                                                                          antón chejov

                                                                    la dama del perro/tristeza

 

   sostener la mirada

cuando el alma está inundada con una eterna lágrima

que no cesa de caer, imposible

 

   no hay palabra ni abrazo que la sostenga

la mirada agoniza lentamente

cuando a un hijo lo viste la muerte

en vez de haberte vestido a vos

 

   (sic)- ¿a quién confío mi tristeza”

 

   quedas ahí

blando, opaco, hasta sombrío, lúgubre

incapaz de sostenerte ni sostenerla

sin poder explicar, comprender

los nefastos designios del destino

 

   nada te alcanza, la sed es enorme

sigues y sigues

por la inercia que te empuja

un poco a la deriva

otro, a puertos que ya no te interesan llegar

 

   cuando la tristeza se te incrusta

sostener la mirada

es como querer tapar con un dedo

los cráteres de la luna

 

 

  

XX265 VIAJE

XX265 VIAJE

 

   un afán inexplicable de desarmarme

de volver al silencio

a la quietud de los actos

me corroe, me amordaza

 

   cuenta me doy

el miedo me paraliza

cada movimiento, es un daño

un error insalvable

 

   respirar quiero, nada más

ni si quiera permitirme que mis ojos parpadeen

el aire que desplacen

para otros sería un ciclón

 

   silencio…

respirar…

silencio…

respirar…

así esperar el viaje

 

   no más Hiroshima

no más el día “D”

no más fuegos ni piras

ni cuevas ni lobos ni lunas

no más lluvia…

 

   silencio… respirar

silencio… respirar…

respirar… silencio

resp…

 

 

XX179 ARRASTRANDO

XX179 ARRASTRANDO

   mucho tiempo llevo arrastrando el cajón

a veces sin pensar

sólo habito, costumbre

otras, dándome cuenta

que es cuando más duele

cuando más pesa

 

   deambulo como un nómade

paria de la vida

de un costado al otro de mi universo

de lo bestial a lo máximo del espíritu

todo tierra, todo vuelo

cataclismo, huracán, montaña y vasta pradera

 

   soy ajeno

visitante en todas partes

¡maldito extranjero en mi casa

bajo mis colchas

en mi patio tomando sol!

animal desconocido para mi perro

mendigo frente al plato de sopa caliente

recién servido por mi hija

padre fantasma

amigo imaginario

no pertenezco ni nada me pertenece

 

   mucho tiempo llevo

arrastrando  el cajón conmigo dentro

no encuentro un lugar donde enterrarlo

para por fin: frenar ese río de lágrimas y sangre

y por una noche, sólo por una

poder mirar las estrellas y descansar en paz

en algún lugar

 

X180 MIRADA BLANDA

X180 MIRADA BLANDA

   tengo la mirada blanda

como un hueso de algodón

como una nube blanca

 

   …me asusta el espejo

mucho me asusta…

hay en él un ser desconocido que miedo me da

su mirada tiene el filo del cristal asomándose desde el humo

 

ese ser que veo está nublado

hay tormentas en su rostro

es un maldito presagio

 

   …(¿¡cómo te sostengo hija mía

ahora que necesitas un quebracho, un roble

un padre montaña

tienes un desolado desierto con su sauce viejo, seco y vencido!?

¿¡cómo te sostengo, si a duras penas puedo escribir tu nombre sobre el río!?)…

 

   tengo la mirada blanda, blanda, poetas

siento que mi sangre se está volviendo estiércol

¡quiero romperme en todos los espejos, en todos!

…(quizás pueda renacer otra vez en el vino, la pluma y la puta palabra)…

T805 JULIETA

T805 JULIETA

    escribirte una carta de amor quería, mas no puedo. no por no amarte, sino porque está seco el árbol que no regué; el de la vida, el de la tuya y la mía juntos. lo que sembramos y fue creciendo. creció por la humedad que en la tierra ya había, la que teníamos en el alma y los ojos.

   pero lloramos mucho sin saberlo y la tierra y el alma fue secándose hasta donde hoy estamos, vos allá y yo acá.

   no regué ni regamos, no supimos llenar de agua fresca los corazones, de nuevo aire los pulmones y no por no amar amada mía, sólo por creer que el amor era inagotable, que podía alimentar las bestias infinitamente. pero no fue así; el amor sigue intacto, pero nosotros nos cerramos, asfixiando la planta, secando sus raíces .

   quería escribirte una carta de amor, mas no puedo, sólo esta lenta confesión antes de hachar el árbol de enfrente de tu casa, el que se secó, el que da a tu habitación.

   no iré esta noche a tu balcón, no tendré por donde subir, no iré. nadie conocerá al fin, la verdadera historia de amor entre vos y yo.

                                                                   romeo

XX169 A MI HIJA

XX169 A MI HIJA

 

                                   “…en las tardes cuando se va

                                    me siento como un caballo que le quitaron la silla

                                    (parece un alivio, pero se la empieza a extrañar

                                    como si me faltara el agua y tengo mucha sed)…”

                                                                      sacanueces

 

 

   el hueco que deambula por la casa está impregnado de silencio

hay una sombra que falta

falta un ir y venir de gaviotas encendidas

una presencia importante

 

una sonrisa de soles desbordados

faltan esos ojos negros que miran desde el filo del desafío

una enorme alegría

ternura, amor que afloja las rodillas

 

   el hueco que deambula

se va tragando la casa

como la noche abrupta al día

ella queda como una caja vacía que le falta contenido

 

como una cueva donde el eco ensordece

donde el tiempo se estira hasta el infinito

y la espera se hace densa, neblina, castigo

el frío golpea con crudeza las mejillas

 

   el darse cuenta me dice: lo mucho que la necesito

es por eso el hueco

por eso mi casa se siente desnuda, desprolija

con tanto silencio, silencio de ausencia

 

XX154 RETRATO

XX154 RETRATO

   su piel es un horizonte vasto y melancólico

oscura como tierra fértil recién mojada

hija pura de la pacha mama

pelo de noche encendida con perfume aire fresco y magnolia

 

ojos rasgados

sus enormes ojos rasgados atesoran zafiros que destellan inocencia

encandila su alegría

su transparencia

 

un botón por nariz (¡ñata la niña!)

sobresale justo arriba de la boca

a la mitad de su inevitable sonrisa

amplia sonrisa donde reluce el impecable blanco de los dientes

 

   tiene el rostro de una luna morena

redonda luna morena como le decía la poeta

el alma se le escapa por los poros límpida como agua cristalina

y el corazón la abarca, ¡toda la abarca!, ¡la desborda!

su voz suena hasta en las entrañas

 

   es, quizás, este

un escueto retrato de una enorme mujercita

que va dentro mío como una arrolladora fuerza

como motor que aleja pesadillas

como un abrazo profundo entre dos amigos

 

como un buen vaso de vino

que afloja las angustias y aliviana el alma

¡qué da y devuelve vida!

es nada más, amigos míos

que el retrato de mi hija

 

XX85 PÁJAROS OSCUROS

XX85 PÁJAROS OSCUROS

   oscuros pájaros

revolotean mi sangre

hoy está fuerte, fuerte

mi flaca y negra amiga

 

   insiste

con su sonrisa impávida, insiste

lentamente afila su guadaña

hoy tiene hambre de mi

 

   ¿podré resistir, otra vez,

esta pulsión?

 

   el mundo

mis nefastas circunstancias, la angustia

y ahora ella

más fuerte que nunca, insistente

 

   ¿podré resistir?

 

   ¿vencerá ahora mi pluma?

 

   ¿mi ángel de la guardia,

mi mano diestra, la anárquica, la poesía

podrán soportar

este embate tan violento?

 

   ¿qué será de mi hoy

con tanto veneno en el alma

y estos oscuros pájaros

revoloteando?

 

XX88 LLUEVE

XX88 LLUEVE

   llueve

 

   como una jauría

de perros desesperados

cae el agua y empapa

como me empapas el alma

 

con esa lluvia de esencias

llena de afecto

que me devuelve las ganas

a pesar de mi mismo

 

   agradezco a  la lluvia

 

   la consciencia, agradezco

el darme cuenta

mas darme cuenta

lo que me significas, mujer

 

como palabra

como hembra de ojos pardos, curiosos

como hembra de flacas manos y pechos inocentes

como poeta

 

como hembra de voz suave, dulce

de abrazos fuertes

fuertes y profundos

como muro, contención y calma

 

   llueve

 

   llueve como me llueves

escurriéndote por mis entrañas

lavando esta ácida pulsión de muerte

que me corroe y asfixia

 

   queda en mi carne tu grito: ¡estás vivo!

grito que quema y excita

lo escucho encada gota de esta jauría de agua

que cae y empapa, desesperada

 

   me doy cuenta

en un profundo silencio

me dejo invadir por la dicha

mientras afuera llueve y  pienso en vos